LA ESTIMUlACIÓN INFANTIL
La estimulación temprana, estimulación precoz o atención temprana son un grupo de técnicas para el desarrollo de las capacidades y habilidades de los niños en la primera infancia.
Estimular a un infante tiene como finalidad atender de forma preventiva, terapéutica y/o educativa a niños/as de 0 a 6 años y a sus familias.
La estimulación temprana recibe este nombre porque se aplica desde el nacimiento, especialmente en los tres primeros años de vida, que es el período en que nuestro sistema nervioso posee mayor plasticidad (el cerebro posee un enorme potencial neurolnal) y en el que, por tanto, puede favorecerse, a partir de estímulos adecuados, el desarrollo de nuevas conexiones sinápticas.
Un programa de intervención ha de contemplar, ya desde etapas prenatales, otros aspectos (físicos-biológicos-socio-políticos, económicos-culturales,...) desde la óptica terapéutica.
Sus áreas de trabajo son:
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Área Cognitiva.
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Área Sensorio-Motriz:
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Área de lenguaje:
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Área Socio –Emocional:
La estimulación consiste básicamente en la repetición de determinados estímulos sensoriales que le ayuden a desarrollar su habilidad mental, la destreza y el lenguaje a través de juegos.
Facilita de esta forma que el niño fomente su curiosidad e imaginación. Le ayuda a resolver problemas, a emplear mejor el lenguaje, a memorizar con más facilidad o a organizar conjuntos de actitudes afectivas o cognitivas.